...DE COMO LLEGUÉ A ESTE COLE

Ya hace 18 meses que vivo aquí, y los principios como todos los principios no fueron fáciles.
Llegué por casualidad, pero no fue casualidad que yo decidiera ser"seño".
De siempre me han gustado los pequeños, no recuerdo cuando empezó mi vocación, si lo pienso creo que siempre estuvo ahí, pero antes de decidirme por esta profesión, ya había colaborado y participado en muchas actividades relacionadas con niños, tuve la gran suerte de pertenecer a una asociación de tiempo libre, y mi juventud la pasé entre fiestas infantiles, cabalgatas de reyes, campamentos,...aportándome todo esto muchos recursos que hoy en día aún pongo en práctica en mi aula. Después llegó el trabajo en una biblioteca infantil de barrio, que también me enseñó bastante sobre el mundo de los libros. Y por fin, mi primer destino como maestra; por primera vez cobraba un sueldo por aquello que llevaba tantos años haciendo:TRABAJAR CON NIÑOS, aluciné.
Han sido 15 años trabajando en distintos colegios, aprendiendo en cada uno de ellos de mis compañeros y de los niños.
Ya os dije, que al principio no fue fácil, antes de llegar aquí estaba en un cole muy a gusto, pero concursé por concursar, ver los puntos, no volver a echar papeles...y entonces sucedió: lunes de pascua, un mensaje y la noticia. Al principio me asusté, no me gustan los cambios, y atrás dejaba un buen colegio y un puñado de amigos, y lloré, lloré y lloré,...Un día, que no lloré fuí a visitar el nuevo cole, me acompañó mi hijo, que todo el rato se pasó tirando de mi, !mamá vamonos!, y yo me encontré con un claustro cansado, (habían salido la nooche antes), y me fui mas contenta, !buen rollito!, esta gente también sale.
Y llegó septiembre, y empezó mi andadura en este tan atípico cole, en el que he encontrado una pequeña gran familia, y en el que poco a poco me he ido sintiendo como en casa, gracias sobretodo a mis chicas de ikea, por su cariño y apoyo, y al gran equipo directivo, que ante las diferentes adversidades, nunca tiran la toalla, y luchan día a día por conseguir un colegio medio normal, aportando y contagiando sus ganas de educar, capeando temporales e intentando mantener todo a flote. Gracias por la confianza que habeis depositado en mi.
No quería despedirme hoy, sin hacer una pequeña mención a una de las cosas que mas me llama la atención de este centro, la dedicación y amor por el trabajo de nuestra bibliotecaria que aun pudiendo estar en cualquier otro centro, lleva aqui la tira de años y sigue manteniendo ilusión y ganas de trabajar con estos chicos. !Es un ejemplo a seguir!
...Y así fue como me asenté en el Pío XII, no sé que sentiré mañana, pero hoy os puedo decir que cuando suena el despertador me siento feliz.
Hasta pronto